CUBA PARA MÍ

Soy uruguayo, montevideano, pero pese a que nunca fui a la isla y probablemente nunca lo haré, Cuba ha sido y es parte importante de mi vida, desde hace unos sesenta años.

Creo que cuando Fidel Castro tomó el poder no me enteré, porque tenía 7 años (cumplo en abril) y estaba en segundo de escuela primaria.

La primera noticia que tuve sobre los barbudos fue en 1961 cuando tenía 10 años y una revista humorística, “Lunes” sacaba crónicas de la revolución cubana.

Cuando entré al liceo en 1963 a la salida repartían una revista de historietas. En ella una maestra le decía a los niños que le pidieran un helado a Dios. Nada. Luego que se lo pidieran a Fidel, y entraba alguien con los helados. No sé quien lo publicaba, pero era claramente anticastrista.

Cuando entre a Preparatorios del IAVA, (ahora quinto y sexto de liceo) en 1967 participé en manifestaciones por el boleto, y empecé a leer “Marcha” que cantaba loas a la revolución cubana, al Che, que murió en ese año, un 8 de octubre de hace 53 años y a Fidel.

Luego me enganché con la izquierda, como he relatado en LOS HOMBRES GRISES en blogspot, por lo que me ahorro esa parte del relato. Solo decir que de 1968 a 1980 fui castrista. Iba con mi compañera de toda la vida, Teresa, al “Comité Coordinador de apoyo a la revolución cubana”que dirigía el comunista Victorio Casartelli a ver películas del ICAIC  y a comprar “Granma”.

Cuando me decepcioné de la ilusión comunista sufrí una brutal agresión. Desde entonces comprendí que la comunista es la peor dictadura.

En 1982 estaba estudiando para ser profesor de Español en la Escuela Superior de Profesores de Estocolmo cuando se nos planteó como parte del curso un viaje a un país de esa lengua para ver su sistema educativo. En el grupo eramos españoles, chilenos y yo.

Los chilenos y uno de los españoles, que era de un movimiento independentista de las Islas Canarias, querían ir a Cuba. Esa fue mi primera batalla anticastrista. Aliándome con los españoles logramos que el viaje fuera a México.

Ya de vuelta en Uruguay, asistí a la caída del imperio soviético, de la URSS y sus satélites del Este de Europa. En aquel momento, hace treinta años, todos pensábamos que iba a arrastrar a su satélite castrista. Pero no fue así. Hambreando al pueblo en el “período especial”, la dictadura logró sobrevivir.

Durante años combatí como pude a la tiranía comunista solitariamente, escribiendo en diarios, semanarios y hablando en radios y ocasionalmente en la televisión.

 En 1994 con Lino Cortizo, Carlos González, Josmar Straneo y otros formamos el comité uruguayo por la libertad de Cuba, luego en el 2000 Coordinadora de Apoyo a la Resistencia Cubana, y ya en ese momento empezamos, hace 20 años a coordinar con Martin Elgue . Luego formamos la red uruguaya por democracia para Cuba, entre otros con Carminillo Mederos . Y desde que se creó el comité uruguayo por la democracia en Cuba  hace 14 años creo que he participado en todas sus movilizaciones.

Con la fe de que más temprano que tarde Cuba será libre y no será más la retaguardia de los que quieren imponernos ese sistema en Uruguay.