EL MUÑECO MEXICANO

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Para Ceci que se asombró.

Tengo algunos diplomas en la pared. Mi título de profesor de inglés del IPA,  el del Instituto Practical donde estudié ese idioma en los 60s, el título de profesor de Lengua Materna de Suecia , el de ingeniero de mi hijo Pablo que partió en 2013, y uno de la Escuela Nacional de Maestros de México.

A mi nieta Ceci le llamó la atención que abuelito haya estado en México y me trajo recuerdos.

1983, en la Escuela Superior de Profesores de Estocolmo. El curso de profesor incluía el viaje a un país de habla española para ver su sistema educativo. Algunos querían ir a Cuba, y hubo una fortísima disputa, en la que hasta amenazas recibimos, pero al final españoles y yo logramos prevalecer sobre los chilenos y el viaje  fue a México ( que se dice Méjico aunque esté con “x” porque esta letra era la “j” en español antiguo).

Recorrimos todo el país en un ómnibus de la Escuela de Maestros, viendo escuelas primarias, liceos diurnos y nocturnos, y universidades.

En un liceo a los alumnos les dijeron que venían profesores del otro lado del mundo y comentaban “vienen los profesores del otro mundo”.

Vi una clase bilingüe en la que el docente primero la dictaba en una de las muchas lenguas indígenas y luego en español.

Vi a los indios en el centro de la capital horas enteras con el brazo extendido pidiendo limosna.

Me llamaron “licenciado” cuando caminaba trajeado por las calles.

Pero la anécdota es la del muñeco mexicano.

Gente blanca, de aspecto europeo solo se veía en la tele y los comercios. En la calle todos eran “mezcla de indio y español”, como uno me dijo. Uno de ellos me siguió ofreciéndome una marioneta de un mexicano con vestido típico y sombrero grande. Primero me pidió 50 pesos (supongamos, no recuerdo la cifra), ante mis sucesivas negativas lo bajó a 40, 30, 20 hasta que finalmente se lo compré por 10 ( teniendo coronas suecas era poca plata).

Cuando regresé al hotel pasé por una tienda con la vidriera llena del mismo muñeco…… a 5 pesos.