ESOS MININOS TAN AMADOS
En esta lucha eterna por la libertad, entre el bien y el mal, permítanme una pausa para el amor. Ayer mi gatita Floppy se fue a correr por el cielo de las mascotitas amadas, con su hermanito Pillín. A ambos los adoptamos recién nacidos, cuando estaban abandonados en una caja de zapatos en un muro. Floppy tenía 17 años, y pasó de un sueño a otro. Alguien me acercó esta reflexión de alguien que no conozco, en Facebook, en la que me siento representado, por lo que la comparto: Mauricio Kartun Hace 14 años heredamos un gatito de meses. Mis hijos y mi mujer se entusiasmaban con tenerlo en casa. Yo con más congelado sentido práctico me resistía. Nunca me habían gustado demasiado esos bichos. Impredecibles. Un verano por hacerme el langa con una muchacha que gustaba mucho de ellos había alzado a uno en el puerto de Olivos y el muy mierda me había clavado las garras a la altura del codo. Cené haciéndome el distraído toda la noche con el brazo inflado como po...