CASI 54 AÑOS MIRANDO HACIA CUBA

En 1968 era uno de los estudiantes que salíamos en manifestaciones como los del mayo francés.  Ahí empecé a vincularme con la llamada “izquierda” intelectual y política, sus publicaciones y otras actividades.

 Y todos eran castristas. La revolución entonces de 9 años prometía construír una sociedad más justa y formar un hombre nuevo, solidario y fraternal.

Se nos decía que el modelo de ese hombre era el Che Guevara, muerto en Bolivia el año anterior.

Demoré muchos años en saber que el Che era “el carnicero de La Cabaña”, encargado de rematar a los fusilados en el paredón.

Luego de ese 68  pertenecí a organizaciones castristas durante 12 años, y estuve preso y exiliado en la dictadura cívico-militar.

Durante mi exilio en Suecia me desilusioné del comunismo y rompí con “el Partido”, el PCU, y por ello fui agredido violentamente por las “fuerzas de choque”, con consecuencias físicas muy graves.

Las mismas fuerzas de choque que en reiteradas oportunidades impidieron a cubanos libres y uruguayos acercarse a la embajada de la dictadura a protestar.

Desde entonces, 42 años, he sido un militante anticomunista de todas las horas, y por ende anti la dictadura que sufre Cuba hace casi 63 años.

Mi primera batalla contra el castrismo la di en la Escuela de Profesores de Estocolmo en 1981. Estudiaba para profesor de Español en un grupo en el que era el único uruguayo, y los demás eran españoles y chilenos.

La escuela nos ofreció un viaje de estudios a un país de habla española y nos dio a elegir entre Cuba y México.

Los chilenos y uno de los españoles , que era un separatista canario, querían ir a Cuba. Los demás a México. Fue una dura lucha en la que incluso nos amenazaron con golpearnos, pero fuimos a México.

Hasta 1985 colaboré con organizaciones suecas anticastristas. En 1985, con la amnistía volví a Uruguay. En los últimos 40 años fui miembro del comité uruguayo por la libertad de Cuba primero, luego de la Coordinadora de Apoyo a la Resistencia Cubana, más tarde de la Red Uruguaya por democracia para Cuba, y actualmente del comité uruguayo por la democracia en Cuba que preside mi amigo y compañero de lucha desde hace más de 20 años, el diputado del Partido Nacional Martín Elgue.

Incontables volanteadas, pintadas, denuncias de atropellos de la tiranía en la isla via fax, que era lo que había.

Siempre haciendo propaganda contra la dictadura e informando sobre la resistencia. Cuando derribaron a los Hermanos al Rescate, cuando venían jerarcas del castrocomunismo a Uruguay, cuando cubanos hicieron huelga de hambre frente a la embajada de EEUU.

Con columnas y cartas en la prensa escrita, entrevistas en radios y canales de televisión.

Luego vino  Internet y empezamos a tener blogs y usar el correo electrónico. Y ahora las redes sociales.

Eramos solo uruguayos.

 La primera cubana libre con la que contacté fue  Silvia Méndez, que encontró un volante mío y el hijo le dijo que yo era su profesor de inglés en el liceo.

Luego hace unos años vinieron los cubanos libres a los que tanto agradezco la posibilidad  de haberlos acompañado en sus acciones de lucha.

Desde 1968, 53 años mirando hacia Cuba. Doce como partidario y casi 42 como enemigo de la tiranía que oprime, encarcela, mata y destierra al que opine diferente.

Espero no partir de esta vida sin ver a Cuba liberada y prometo seguir haciendo todo lo que esté a mi alcance para que la libertad anhelada llegue lo más pronto posible.

Viva Cuba libre

Abajo la dictadura

Viva la lucha indomable de la resistencia en la isla

Vivan el exilio combatiente y la solidaridad uruguaya y mundial

Patria y Vida. Venceremos.