LA TRAGEDIA QUE GRACIAS A DIOS NO OCURRIÓ EN LA ESCUELA BRASIL.
Se derrumbó el techo del comedor en la escuela Brasil.
Gracias a Dios no
había niños y maestros en ese momento, porque pudo ser una tragedia.
No debe ser una noticia que se olvida.
Los responsables,
quien construyó mal y quienes lo contrataron, deben responder por semejante
desaguisado.
Y se deben revisar los demás locales de enseñanza antes de
que ocurra algo que no queremos.
Así está la enseñanza, en todo sentido.
PROFESOR ANTONIO ROMERO PIRIZ
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