ME ESCRIBE UN ESTUDIANTE DEL IAVA

CORREO ELECTRÓNICO  QUE ME ENVIÓ UN ESTUDIANTE DEL INSTITUTO ALFREDO VÁZQUEZ ACEVEDO  LUEGO DE QUE "EL PAÍS" PUBLICARA MI CARTA "ESTÁN DESTRUYENDO EL IAVA"
Profesor, sepa usted, que me siento profundamente inspirado por su pensar. Como estudiante del IAVA, veo con profundo pesar como algunos alumnos auto-designados como “representantes de los estudiantes” actúan en detrimento de la institución, y de la educación pública en general. Entiendo yo que la verdadera defensa de los derechos estudiantiles surge no de la violencia y la aspereza, sino del diálogo y la negociación pacífica que me gusta defender. Entiendo que cada una de las acciones llevadas a cabo por el Gremio Estudiantil (evidentemente dirigidas por ADES, FENAPES, y toda la subsiguiente comitiva del FA-PIT), no han hecho más que afectar el desempeño académico de nuestros compañeros y la imagen de nuestra institución. Horas perdidas de clase han logrado no más que la frustración y el enojo que veo expresadas por mis pares en los pasillos de la institución día a día. En nombre de todos se han celebrado consignas dudosas y de interpretación falaz. No coincido con la arbitraria y grave acusación a profesores hecha bajo el título de violencia institucional, afirmando así, que existe una intencionalidad y una complacencia de la comunidad educativa para incomodar a estudiantes y entorpecer la trayectoria educativa de todo el alumnado. Hoy, estudiantes, vemos avasallados nuestros derechos, por el simple hecho de no pensar cómo el grupo más relevante y coercitivo de nuestro liceo hasta el momento. Creo que ya es momento de nuclearnos para así poder defender nuestros ideales. Que el verdadero móvil sea la lucha estudiantil, sin que el comunismo se adentre en la lucha verdadera. No pretendo que se siga con una irregularidad aparentemente incorregible en el dictado de cursos ni quiero que nuestro liceo sea un bastión de la violencia estudiantil. Las banderas que hoy honro levantar, no son las de la violencia y la destrucción, son las del diálogo y la negociación, las que bien supieron levantar otras generaciones y busco retomar para seguir el camino de defensa a la institución educativa en cuestión. Mi lucha también sienta bases en mantener la neutralidad de la enseñanza, no quiero ver prédicas solapadas por parte de docentes, ni radicalismos en estudiantes, que no se borre de nuestra educación la laicidad que nos ha caracterizado durante gran parte de nuestra historia. Llamo a la unidad, al sentido constructor y emprendedor de todos los estudiantes de mi liceo, a la enérgica y potencial militancia que hasta hoy se ha mantenido en silencio, por no tener con quienes identificarse. Se ha sembrado un sentido de alienación dentro de la comunidad educativa, pues aquellos que no piensan de determinada manera, están destinados a la pública humillación haciéndolos sentir que están equivocados. Estudiantes demócratas sabrán que no están solos, que aquí hay más como ellos, que exista un nucleamiento con sangre y espíritu de orientalidad y ánimos de un buen porvenir, un alumnado con ganas de estudiar y de forjar su propio futuro. Mi afán va por el lado de recimentar la democracia y no de destruirla. Apuesto así, a la sensibilidad de estudiantes y docentes, reafirmamos siempre que el camino se traza de manera conjunta, sin cubrirnos de enseñas políticas, mirando el Sol del porvenir de las generaciones que hoy sientan el futuro de la nación, y sabiendo que todo empieza por la educación.

Vaya de mi parte un fraternal abrazo para usted. Nosotros estudiantes demócratas no tenemos visibilidad en los medios masivos. Con su artículo en el diario El País me vi profundamente identificado, y espero en algún momento, tal vez pronto, hacerle saber a los estudiantes que no están solos.

Saluda atentamente
Elián Barboza. :